Haciendo visible a las Grandes Mayorías: ¿Es esto posible?

Este artículo originalmente no sería publicado, pues tenemos como política no repetir, al menos en publicaciones sucesivas, un mismo tema, sin embargo cuando nos hemos enterado por medio de nuestro amigo y apreciado profesional Gustavo González Molinares de la muerte prematura de C.K. Prahalad (autor entre otras textos de: “Competing for the future” y “The Fortune at the bottom of the pyramid”) nos hemos visto compelidos a publicar este escrito un tanto largo y de redacción algo improvisada.

Retomando las ideas del artículo anterior: “Las grandes mayorías: ¿por qué siguen siendo invisibles?” es imperativo recordar las palabras con las que cerramos aquel escrito: “Para quienes escriben estas líneas, Las Grandes Mayorías son quizás el gran mercado del siglo XXI. Uno que hasta la fecha siempre ha sido la mayoría, pero que extrañamente ha permanecido, a pesar de su importante tamaño, “invisible”.

Ahora bien, hay muchos académicos e investigadores y hasta políticos que aseveran que el mercado de las mayorías no sirve de mucho sino se habla realmente de la creación de negocios llenos de verdadera innovación. Vale decir, que por mucho que se otorguen microcréditos y por mucho que se le de oportunidades a emprendedores populares es poco lo que se logrará ya que estos al final poco valor agregan y muchos ni siquiera generan bienes o servicios que pueden ser transables globalmente. Esta posición tiene algunos niveles de acierto. Pero la pregunta que cabría hacerse es: ¿Y que hacemos entonces con la mayoría de la población del planeta que es pobre, mientras conseguimos esas fórmulas o modelos de negocio que los lleve a crear verdaderos bienes y servicios que sean intercambiables globalmente? Igual cabe la reflexión de que si bien es cierto que, y esto medido por estudios del insigne investigador Tomás Páez, para el caso de Venezuela los informales son el 50% de la fuerza laboral, pero aportan sólo el 15% del valor del PIB nacional, no es menos cierto que es muy difícil eliminar a ese contingente significativo de la población económicamente activa simplemente tachándolos de poco productivos.

Los que escriben estas líneas son conscientes de que cuando hablamos de economía informal esto es lo que hay señores y es sobre esta base que debemos trabajar, no sobre una premisa hipotética y falseada que habla de promover la innovación y elevar las posibilidades productivas, casi que de manera meteórica y fantástica, en los seres que habitan y trabajan en los niveles bajos y medios de la pirámide.

Para no hacer muy teórico o tedioso este artículo iremos sobre ejemplos concretos de cómo en la base de la pirámide pueden existir importantes oportunidades de negocio, con gran impacto social y económico, aún así este impacto sea limitado desde el punto de vista de la productividad o la innovación en el corto plazo.

  1. El Centro de la ciudad de Maracaibo, es un espacio de intenso comercio informal, en donde la agregación de valor si se quiere es mínima, pero donde a falta de mejores fuentes de empleo hay una actividad económica que “resuelve” las necesidades cotidianas de en el mundo real de la gente real. Hay que decir que ninguna otra ciudad de Venezuela concentra en un único centro tanta potencia. Allí se generan más de 80 mil empleos directos en su mayoría informales y se mueven mensualmente más de 1 billón de bolívares de los viejos, en su mayoría en efectivo. Sin embargo menos del 35% de las microempresas que allí hacen vida trabajan con el sistema financiero formal. Y menos del 15% ha recibido algún tipo de formación o información para ser empresarios. Es allí donde parte de nuestro equipo de investigación-acción ha trabajado de la mano del Banco Occidental de Descuento (BOD) por medio de su división de Banca Microempresarial y de la Fudnación BOD para crear productos ajustados a esta realidad. Los resultados son concretos y muy tangibles: este banco ha podido colocar en dos años varios millardos de bolívares de los viejos en microcréditos y ha creado el Centro de Crecimiento Microempresarial (CCM) que ha permitido dotar de herramientas y tecnología a muchos microempresarios.
  2. El Club de la Vivienda en la parroquia Idelfonso Vásquez de Maracaibo, quizás la parroquia más pobre de la ciudad, con más de 100 mil habitantes. Allí se ha podido constatar mediante esta iniciativa que aún la gente más pobre puede ahorrar y que la clave del asunto esta en entender que la vivienda de los pobres se construye progresivamente y al gusto y necesidades de estos y no al gusto o percepción de los personeros del gobierno o de los técnicos universitarios. Mediante esta iniciativa se logró desarrollar un dispositivo de gestión que consolidó a un equipo de profesionales y a un conjunto de ferreterías y bloqueras que ofrecían asesorías (en lo económico, físico y hasta familiar) y bienes para la construcción o mejora progresiva de las viviendas en barrios pobres. El resultado: muchas familias lograron mediante periodos cortos, pero intensivos de ahorro y acompañamiento acortar los tiempos y en definitiva el proceso de producción de una pieza o varias piezas de su vivienda, a la vez que aumentaron la calidad de las micro-intervenciones realizadas en sus casas.
  3. Y por último y para satisfacer a aquellos puristas que asumen que sólo con tecnología se pueden diseñar estrategias para superar la pobreza, hablaremos del descomunal negocio que ha supuesto para la operadora de Telefonía e Internet Digitel la puesta en el mercado de su dispositivo de internet móvil BAM. Para que tengamos una pequeña idea en la ciudad de Maracaibo las Zonas que más crecen física y demográficamente son la zona Oeste y la Sur. Como es de esperarse esas zonas son las que albergan a los estratos C-, D y E que comportan más del 65% de la población de una ciudad que posee 2 millones de habitantes. Pues es justamente en la zona sur, donde hay una de las peores coberturas de red alámbrica de telefonía e internet, en donde sorpresivamente la empresa Digitel se ha visto desbordada en su capacidad para proveer el dispositivo BAM o pen-drive que permite acceso inalámbrico a internet móvil. Y es que contra todo pronóstico más que los ejecutivos ansiosos por tener movilidad e independencia, para poder conectarse y crear o cerrar oportunidades de negocios, han sido los humildes moradores del sur de la ciudad los que les han reportado las mayores ganancias a esta empresa mediante unos interesantes planes de pre-pago para el uso de este dispositivo.

Sólo nos resta decir que bien sea por RSE (inteligente y seria y no filantropía bonachona), bien sea por simple y llana “greed” (codicia) de empresario, que desea hacerse de un gran océano azul, en la base y parte media de la pirámide hay negocios significativos. Simplemente hay que mirar la realidad desde otra óptica. Cosa contraria es continuar como estamos y de este modo dejamos de trabajar con la mayoría de la población de nuestros países subdesarrollados.

O para ponerlo en términos de un ejemplo claro y tajante: no mirar hacia la base y la parte media de la pirámide significa que estaríamos obviando el 70% del efectivo circulante de las tres centralidades de Maracaibo (Centro Histórico, Curva de Molina y Kilómetro Cuatro) cuestión que comporta dejar de entrar en el negocio de más de 1,5 billones de bolívares viejos (más de 200 millones de dólares) transados mensualmente.